domingo, 10 de enero de 2016

España, el país con mayor superficie de la UE dedicada a la producción ecológica

España se ha convertido en el país con mayor superficie de la UE dedicada a la producción ecológica, con 1,6 millones de hectáreas de cultivo.
El consumo nacional también ha aumentado, aunque el 75% de la producción se acaba exportando. Pero a lo que pareciera una muy buena noticia en realidad esconde importantes amenazas que es necesario analizar.
Por un lado, las estadísticas dicen que los consumidores piden cada vez más productos ecológicos. Esto es cierto, pero, ¿todos? Según el último estudio elaborado por el MAGRAMA sobre la “Evolución de la tipología y perfil sociodemográfico del consumidor de alimentos ecológicos en España”; en los últimos tres años el consumo de productos ecológicos ha aumentado, representando un 29.3% de la población española, en la que en algún momento han consumido productos ecológicos, frente al 26.1% en 2011. A pesar de este aumento el consumo de este tipo de productos no está extendido a todas las clases sociales. El perfil del consumidor de productos ecológicos se caracteriza por ser de clase media alta, con una edad media de unos 43.7 años. Según este informe, la razón principal de estos consumidores por la que consumen este tipo de productos es por salud y en segundo lugar por el sabor.

Frente a esta realidad, grandes multinacionales ya se han lanzado a ocupar este mercado, con un fuerte apoyo desde la administración pública. Ya podemos ver cómo grandes empresas de distribución llenan sus estanterías de productos ecológicos y cómo grandes compañías  desarrollan insumos agrarios destinados fundamentalmente a lo que consideran el gran reto, producir ecológico a gran escala. De esta forma se cambiaría el tipo de producto pero no se tocaría en absoluto la actual estructura y control de la alimentación en manos de pocas multinacionales.
Es una buena noticia saber que los trabajadores de estas grandes plantaciones no son envenenados sistemáticamente por agrotóxicos y pesticidas, pero no podemos darnos por satisfechos.
Si bien es fácil caer en la tentación de comprar productos ecológicos en los grandes supermercados, al hacerlo no podemos engañarnos, debemos saber que seguimos entonces consolidando un sistema alimentario basado en alimentos kilométricos provenientes de la otra parte del mundo, que el consumo de este tipo de productos no va a cambiar los problemas de deforestación, de acaparamiento de tierras, de uso excesivo de recursos hídricos, la explotación de millones de trabajadores con salarios bajos y penosas condiciones laborales, no va a cambiar el actual modelo industrial donde es más barato comprar comida basura preparada que alimentos frescos de calidad.

Debemos seguir pensando de una manera más sistémica y luchar por una agricultura y alimentación con campesinos y campesinas, basada en la producción local y la comercialización a través de circuitos cortos. El derecho a alimentación debe estar en el centro y el control de la alimentación debe tenerlo la ciudadanía. Debemos seguir luchando por la soberanía alimentaria.


Extraído de: http://www.nuevatribuna.es/articulo/consumo/tentacion-verde/20160107105808124105.html

1 comentario:

  1. Muy buen texto y por ello debemos estar alerta y no caer en las extensas y poderosas redes publicitarias de las grandes compañías que no reniegan en absoluto del sistema actual de consumismo, pase por donde pase y venga de donde venga, aunque sea necesario para ello el costo humano. Dato a analizar somos los consumidores, otra vez con algo de poder adquisitivo y con cierta toma de conciencia, volvemos a lo de siempre, toma de conciencia, fundamental para la lucha y el cambio o revolución social. Similar sucede con el denominado comercio justo, que paradójico también, ¿verdad?
    Mucho ánimo y salud-os

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