jueves, 28 de julio de 2016

Salvatore, voluntario de Huerta Molinillo

¡Hola a todos !

Como mis compañeros, empecé a trabajar en Huerta Molinillo hace un mes o poco más.

Desde la primera visita, entendì lo que seria nuestro trabajo hasta el final de septiembre. El cultivo orgánico, sano, sin utilizar productos químicos es difícil. Las enfermedades que afectan a las plantas estan a la vuelta de la esquina; el calor y el frío pueden arruinar la cosecha; gusanos e insectos están listos para comer nuestras verduras ...

Ser capaz de obtener un producto de calidad excepcional para ofrecer al consumidor es un trabajo duro y los voluntarios son parte de la larga cadena que nos lleva al resultado tan esperado. ¿Cómo? Se parte de la base.

Supongamos un largo bancal, donde se plantó la berenjena. La primera tarea es quitar todas las malas hierbas que dificultan el paso y que también causan la muerte de la planta que tiene que crecer mucho.
Hecho esto, la segunda tarea es la de mantener los tallos rectos a través de la utilización de cableado y andamios de caucho, para evitar que la planta se colapse al crecer en altura.
Todos los días, el producto se riega y se cuida con detalle. Se espera al crecimiento óptimo de la planta para que se pueda cosechar la fruta, con la esperanza que todo hay ido bien y sin ningún tipo de problema.
Al final, llega el momento de cortar cuidadosamente la berenjena, en este caso. La ponemos en las cajas en el frigorifico hasta el miércoles con la entrega de las cestas a los socios.
Y el ciclo vuelve a empezar...

SALVATORE

No hay comentarios:

Publicar un comentario